Granadilla

Puente de diciembre 05
Tres años después

Una de las causas del despoblamiento rural fue la expropiación, por parte del estado bien para construir presas, anegando tierras y el trabajo de sus gentes con los pantanos, bien para repoblar, principalmente con pinos, las tierras de los que debían dejar sus casas y marchar a las urbes como mano de obra necesaria y barata de la maquinaria industrial capitalista.
Otra de las causas fue la dureza d
el clima y el suelo, un esfuerzo del alma sin recompensas, abandonados por el presente y sin ayuda del futuro con sus adelantos tecnológicos, que evitan la incomunicación y el desasosiego de los gaialdeanos.

Carretera estrecha de largas rectas y cortas curvas por extraños paisajes, amurallada como Castellar de la Frontera (Cádiz) asomada también en una colina, mirando hacia el pantano que no la inundó.
Granadilla, de torre fortificada y puertas que abre y cierra el vigilante. Lástima que nadie viva ya, pueblo fantasma que se llena de visitantes y alumnos gracias a su programa educativo.

Calles empedradas, casas rec
uperadas, bellos atardeceres, reloj solar, cerámica, jardines, restos de huertos y cochineras, corrales y gallineros.





Dónde van las aguas del saber estar y ser, al mar tranquilo e infinito en paz con el horizonte?

Espejismos arquitectónicos de muros en pie por la fuerza de la costumbre y la ilusión de un renacer, arcos de piedra, zarzas que desgarran, hiedra que consolida la ruina, decadencia de la deshumanización.

En Castellar, ausencia de vida encalada, macetas de latas colgadas llenando de color cada estrechez, guitarra flamenca en el bar con ventana al pantano; ausencia de la luz del sur, en Granadilla, abandonada, recuperándose como escuela.

Encontraremos un lugar en el mundo donde aprehender lo bueno y bello de ser gaialdeano.

Fotos: Gaialdea

Primeros pasos

Nuestros primeros pasos, sin las comodidades que hoy en día suponen las nuevas tecnologías para la búsqueda de información, se encaminaron a comienzos del 94 por la senda de los organismos públicos: comunidad de Madrid, M.O.P.T.M.A., instituto de la mujer, ministerio de agricultura,...El señor Muñoz, de Soria, conocía Abioncillo y decidimos ir a verlo en febrero. Por sus empedradas calles conversamos con Belén sobre este pueblo reconstruido por profesores hacía ya 12 años, recibiendo en el 88 el primer premio de educación ambiental. Un buen foro por ese entonces, eran las jornadas sobre okupación rural que se celebraban en la universidad autónoma de Madrid, con gentes que ya habían empezado a desarrollar proyectos en pueblos abandonados, en algunos casos cedidos por las comunidades autónomas. En Agosto decidí escribir una carta a cada una de las 17 comunidades autónomas y, hasta octubre, contestaron 5 (Aragón, Castilla la Mancha, Galicia, Extremadura y Cataluña), algunas excusándose de no tener esa información o estar elaborándola, otras remitiéndonos al nomenclator del INE; sin embargo Cataluña nos invitó al Parque del Cadí-Moixero para visitar 5 núcleos deshabitados y conocer al Director del parque. Preparamos el viaje para el puente de diciembre. Canals, Nefol, Beixec, Gavarrós, Lletó; alpinos, helados, bellos, algunos recuperándose para vacaciones por los antiguos dueños, otros prácticamente hundidos, algún otro en buen estado.







Fotos cedidas por Mariné

Estuvimos charlando con el director del parque, que nos habló de la dureza de estos pueblos, casi todos incomunicados en invierno y mal comunicados en verano, con dificultades para la agricultura, pero con grandes posibilidades en cuanto al turismo. Le contamos nuestro proyecto y nos animó a seguir buscando un lugar o ayudarnos, mediante alguna cesión, si decidíamos quedarnos en el Cadí.