Oteruelo

Hace tiempo que conocemos una página web, top rural, donde aparecen los pueblos abandonados, los de población 0 en el nomenclator del INE, ordenados por provincias y ,siempre que podemos, preparamos la furgo para aventurarnos por estos pueblos dormidos que esconden historias de otros tiempos.

Aquel verano de 2.006, buscando el siempre añorado mar, emprendimos viaje hacia Asturias por caminos de Soria y La Rioja visitando La Fuentona, nacimiento del río Abión cerca de Abioncillo de Calatañazor. Por el puerto de Oncala y el precioso cañón del río Cidacos llegamos a Las Ruedas de Enciso, pueblo también olvidado aunque no por todos, y que a pesar de tener recuperadas varias casas corre el peligro de ser inundado por la construcción de otro pantano, que la modernidad y el desarrollo no entienden como prescindible, en contra de la opinión de gran parte de los pueblos afectados.

Continuamos por Arnedo y Ausejo hacia el tranquilo Valle de Ocón, dominado por árabes y disputado después por Navarra y Castilla. A pocos kilómetros de Aldealobos aparece Oteruelo de Ocón, pequeño, empedrado, con su arquitectura singular de cantos rodados y con una torre, la de la iglesia de San Lorenzo,todavía en buen estado a pesar de los paintball, entiendo ilegales, que dejaron huellas en puertas y ventanas rotas, dianas de estupidez esparcidas por doquier.

Un buen lugar actualmente en venta según otra web "pueblos abandonados"

Fotos: Gaialdea

Teruel y la Sierra de Espadá

Aprovechando las vacaciones de semana santa de 2.006, emprendimos una nueva búsqueda por Teruel y la sierra del espadán (Castellón). Cerca de San Agustín, en una tierra agostada por el esfuerzo existe una pequeña ermita, la de Pradas, las ruinas de un viejo castillo, un puente de piedra sobre la rambla del Barruezo, de aguas transparentes que atesoran Mases y Tamboril.

Este pequeño grupo de masías está siendo recuperado desde hace tiempo, aunque debido a la cercana autovía en construcción, algunos están pensando en vender. Nos cuentan que por allí está Pastores, hoy reconvertida en negocio rural a base de una gran inversión económica. Pero nosotros queremos conocer los caseríos de Tarín Nuevo y Viejo, por lo que cogemos el camino de Los Baltasares, rojo de almendros y con alguna sorpresa botánica como Erinacea anthyllis (cojín de monja). Los caseríos los utilizan los hijos de una señora mayor, que se dedican a la almendra y a las ovejas.

Continuamos hacia La Civera por paisajes de pinos y sabinas, rocas calizas y pequeños lirios en flor. Pocas casas, recuperándose del olvido, y un curioso aljibe árabe, joya del saber guardar lo que cae del cielo.

Ya en la carretera hacia Los Giles, nos sorprende el cañón calizo del Mijares;

Los Dines y Los Lucas, también en reconstrucción, nos llevan hasta el embalse de arenoso, de ahí a Pavías, cuya fuente de Artea, camino de Villamalur, nos adentra en el alcornocal y nos ofrece descanso para la noche, silenciosa de cantos de rapaces nocturnas y grillos, estrellada. Al día siguiente, en Aín, nos aconsejan ir a conocer la masía de la Mosquera, en el barranco del mismo nombre, cerca de Almedijar. Se accede andando por una cómoda pista utilizada para sacar el corcho. La casa todavía es recuperable, a pesar del salvajismo de algunos de nuestra especie; tiene antiguos huertos, una alberca y un enorme pino.

Otro despoblado del tiempo de los árabes es Xinquer y su castillo, entre Alcudia de Veo y Algimia de Almonacid, prácticamente en ruinas y comido por las zarzas.

De vuelta a casa, ya en Teruel, visitamos el Molino Nuevo, en el río de Arcos, de Losilla a Pobla de San Miguel, arreglado por una pareja para vacaciones y pasamos por Hoya de la Carrasca, especie de masía también recuperada.

Fotos: Gaialdea