Granadilla

Puente de diciembre 05
Tres años después

Una de las causas del despoblamiento rural fue la expropiación, por parte del estado bien para construir presas, anegando tierras y el trabajo de sus gentes con los pantanos, bien para repoblar, principalmente con pinos, las tierras de los que debían dejar sus casas y marchar a las urbes como mano de obra necesaria y barata de la maquinaria industrial capitalista.
Otra de las causas fue la dureza d
el clima y el suelo, un esfuerzo del alma sin recompensas, abandonados por el presente y sin ayuda del futuro con sus adelantos tecnológicos, que evitan la incomunicación y el desasosiego de los gaialdeanos.

Carretera estrecha de largas rectas y cortas curvas por extraños paisajes, amurallada como Castellar de la Frontera (Cádiz) asomada también en una colina, mirando hacia el pantano que no la inundó.
Granadilla, de torre fortificada y puertas que abre y cierra el vigilante. Lástima que nadie viva ya, pueblo fantasma que se llena de visitantes y alumnos gracias a su programa educativo.

Calles empedradas, casas rec
uperadas, bellos atardeceres, reloj solar, cerámica, jardines, restos de huertos y cochineras, corrales y gallineros.





Dónde van las aguas del saber estar y ser, al mar tranquilo e infinito en paz con el horizonte?

Espejismos arquitectónicos de muros en pie por la fuerza de la costumbre y la ilusión de un renacer, arcos de piedra, zarzas que desgarran, hiedra que consolida la ruina, decadencia de la deshumanización.

En Castellar, ausencia de vida encalada, macetas de latas colgadas llenando de color cada estrechez, guitarra flamenca en el bar con ventana al pantano; ausencia de la luz del sur, en Granadilla, abandonada, recuperándose como escuela.

Encontraremos un lugar en el mundo donde aprehender lo bueno y bello de ser gaialdeano.

Fotos: Gaialdea